Hay ciertos dolores en el cuerpo
Que no se remedian con ungüentos
Como el dolor voraz de tu ausencia
La supresión de tu acento
Y este amor, tremenda penitencia
Hay ciertas dolencias en el alma
Que no se quitan ni con pomada
Igual como la falta de la lengua
Lo sombrío de nuestra historia desgarrada
Y como nos la cuentan
Hay ciertos ramalazos en el pecho
Que no se ahuyentan ni con remedios
Así cuando te diviso desde lejos
Y entre las gentes se me esconde ti figura
Como huyendo a la velocidad de mi desprecio
Hay ciertas dolencias en las piernas
Que no se arreglan ni con reposos
Como la falta de alas en el norte
Como las líneas que cortan el cuerpo
Sin dejar que algo abajo nos soporte
Hay ciertos mal de amores en el ánima
Que no se nos alejan ni con limpias
Como el pensar en ti al ver tus letras
Sonoras y quebradas por las piedras
Sin que la luz de tus ojos beber pueda
Hay ciertas palabras que se llevan
Que no se salen del espíritu en poemas
Como las que a veces quiero que sepas
Como las que intento usar como sublevaciones
Subalternas tentaciones a narrativas supremas
Hay ciertas teorías de la carne
Que no entienden los intelectuales
Como la falta del calor estrecho
O como a veces a uno le palpita el pecho
Sin encontrarle razones, modos ni sustentos…